Es increíble como somos manipulados, sometidos y sumergidos en una realidad extraña. Donde se supone somos libres y tenemos derecho a ser quienes queremos ser. Pero la verdad es otra. Nos han puesto cientos de barreras de tipo religioso, económico, moral, entre otras... Fronteras físicas pero mucho mas difícil: fronteras mentales. Esta es la historia de cuatro viajeros cubanos. Y le pondré a este tipo de viajes: TURISMO DE LIBERTAD.
Es increíble como una sola persona con poder, puede llegar a manipular un país o el mundo a su antojo. Cuba a sido víctima de un loco egoísta durante muchos años. Haciendo que sus habitantes quieran abandonar la isla en busca de oportunidades distintas. Personalmente no estoy de acuerdo con ningún tipo de política económica, pero lo que si deberíamos tener es el derecho a "Elegir".
Aqui están ellos:
Un padre de unos 50 años con su hijo de 21 abandonando su familia, dejando todo lo que quisieron atrás.
Un boxeador campeón mundial, que sus triunfos no le servian para nada. Que su gobierno no era capaz de darle unos zapatos para los rigurosos entrenamientos, y los años de compromiso.
Un padre abandonando a su hija recién nacida, con la idea de algún día poderlos sacar a todos de su patria. La cual amaban, pero su sistema les sacaba cientos de lagrimas.
Existen solo unos pocos lugares a los cuales los Cubanos pueden ir sin pedir permiso a su gobierno: Guyana Inglesa y Marruecos. Y la Guyana es utilizado como el país por el cual puedes escapar, con la esperanza de llegar a los Estados Unidos. Pero empezando que tienen que ahorrar muchísimo tiempo para comprar el tiquete de viaje y el sufrimiento que tienen que pasar es muy lamentable. Cruzar todas las fronteras es una tarea muy compleja y costosa. Me contaron que ganaban 10 a 15 dólares por mes; así que hagan sus cuentas, si el tiquete para llegar a Guyana les puede costar 300 usd y salir del país vale 280 usd entre transporte y sobornos a pagar a los guardias que hay por la carretera.
El destino mas atractivo es los Estados Unidos, pero muchos de ellos resultan trabajando en Brasil, Guyana o algún país en Latinoamérica.
Sus historias me partieron el alma, su llanto me enseño a ser agradecido por todo aquello que tengo y su impotencia me hace pensar hacia donde va la humanidad. Jamas olvidare ninguno de sus rostros, sus historias escribieron varias paginas en mi mente.
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